Lograr una mejor calidad en las tonadas emitidas al tocar un instrumento musical es un objetivo posible cuando se cuenta con aparatos de gran utilidad como el metrónomo. Este accesorio tiene un orìgen, funciones, diversos pros y contras, que son conocidos por muchos y desconocidos por otros.
Para la correcta ejecución de cualquier instrumento musical es importante que el intérprete tenga a la mano distintos elementos o complementos, según sea el caso. De esta manera, logrará mejorar la calidad en cada una de las tonadas emitidas. Precisamente, este es el caso del metrónomo. Con su ayuda, el músico logrará mayor precisión al poder medir la velocidad de los tiempos en cada pieza musical sin importar el género musical de la tonada.
Se trata de un equipo que data del siglo XIX y que con el paso del tiempo ha ido evolucionando, pasando de lo que en su momento fue una estructura de madera con cuerdas hasta lo que hoy es conocido como metrónomo digital. De hecho, el mercado pone a tu disposición tantas opciones que podrás descargar una aplicación directamente en tu Smartphone, que cumple a la perfección los parámetros de funcionamiento de un equipo físico.
Seguramente tienes muchas interrogantes acerca de este tipo de dispositivos, como por ejemplo, ¿cuál es su función específica?, ¿en qué tipo de instrumentos se emplea?, ¿cómo puede beneficiar al músico profesional o amateur el uso del metrónomo?, entre otras muchas. A continuación, las responderemos, pero antes, es importante que conozcas un poco acerca de la historia de este aparato conocido por unos y desconocido por muchos otros.
Orígenes del metrónomo
El metrónomo surgió durante el año 1812 de la mano del inventor de nacionalidad holandesa Dietrich Nikolaus Winkel y, tres años más tarde, específicamente en 1815, fue patentado oficialmente. A partir de este momento se convirtió en un equipo de culto para los músicos de la época, siendo el caso de Beethoven, quien lo utilizó constantemente.
Desde entonces, grandes músicos hicieron del metrónomo un aliado para desarrollar con mayor precisión sus tonadas, trascendiendo así en el tiempo por más de dos siglos.
Función del metrónomo
El metrónomo es un instrumento cuya función es la de proporcionarle al músico la medición exacta entre un compás y otro, ya que cada una de estas marcas sonoras presentes en la interpretación de la pieza suelen ser diferentes. El poder identificar correctamente el inicio y fin de los compases es fundamental, para que la tonada sea armónica y tenga una buena rítmica.
Además, su uso puede ayudar a crear distintos matices rítmicos al variar el tempo de la pieza musical. Claro está, esto dependerá de la canción. Por ejemplo, en la música Celta, estos matices son aprovechados al máximo por el músico, para crear intensidad y cierta emoción en cada tonada.
Instrumentos con los que se usa el metrónomo
El metrónomo es mayormente utilizado principalmente con el piano, teclado eléctrico o con las guitarras. Sin embargo, no hay ningún tipo de limitación, puesto que es adecuado para medir los tiempos de cualquier otro instrumento musical.
Pros y contras de usar un metrónomo
Como ya debes saber, todo producto posee ciertos aspectos positivos y negativos tras su uso. Los metrónomos no son la excepción a esta regla. Si bien son equipos de gran ayuda para que los músicos consigan un equilibrio sonoro en cada una de las notas, también es cierto que su uso debe ser alternado durante las prácticas, para evitar depender totalmente de la medición ofrecida. Es importante que tengas siempre presente que hasta el mejor metrónomo del mercado es simplemente una guía, cuyo propósito es enseñarte a diferenciar los tiempos existentes entre cada compás. A continuación, te presentamos algunos pros y contras, que deberás tener en consideración al momento de incorporar el producto a tus prácticas:
Pros
Podríamos decir que este equipo beneficia mayormente a quienes se están iniciando en el mundo musical, tomando en consideración que a los principiantes se les puede complicar un poco marcar correctamente la distancia entre los tiempos debido a la falta de práctica.
Con el uso de este medidor y la constante práctica podrán desarrollar un mejor nivel de interpretación en los distintos acordes a tocar, es decir, adquirirán una mejor técnica en lo que respecta a la composición e interpretación.
Asimismo, el uso del metrónomo tiene cabida en el ámbito profesional, siendo implementado en las orquestas. Este tipo de agrupaciones incorporan variados instrumentos que son tocados simultáneamente, lo que podría acarrear un choque sonoro en el oído de los músicos y, por ende, perderse el compás de las notas.
Para evitar errores en los acordes al ser interpretados, se hace uso del metrónomo. En este sentido, no tendrán margen de error con respecto a la lectura de las respectivas pulsaciones por cada minuto de ejecución y la rítmica del conjunto será bastante limpia.
Contras
Entre los contras de utilizar un metrónomo, tenemos el proceso de adaptación del músico tanto profesional como amateur.
Por lo general, la persona, al tener un largo tiempo tocando un instrumento, como por ejemplo la guitarra, desarrolla cierto nivel de afinidad con ella. Su oído se agudiza y logra definir la rapidez de los tiempos, distinguiendo así el comienzo y el final de cada uno de ellos. Sin embargo, para alcanzar la correcta ejecución de la respectiva composición, suele ser conveniente usar el metrónomo. Sin embargo, esta decisión puede llegar a ser contraproducente.
En caso de que el músico sea independiente en la ejecución del instrumento, podrían presentarse complicaciones para llevar a cabo tal cambio estructural, al tener que adaptarse al equipo de medición, siendo necesario que practique constantemente con él para lograr aprovechar verdaderamente su función de medición. Por el contrario, quienes se inician en la práctica de cualquier instrumento y le delegan toda la carga rítmica al metrónomo estarán creando una dependencia al medidor que les afectará en su futuro como músicos, cuando no les sea posible usarlo.