Louis Armstrong fue un famoso trompetista que cautivó con sus sonidos, convirtiéndose en un hito de la cultura y un representante del jazz, a través de su visión futurista de los ritmos. A sus logros se puede añadir su capacidad para la publicidad, pues durante su carrera promocionó gratuitamente el laxante Swiss Kriss, medicamento que usaba para ir al baño de forma regular.
Seguramente son muchas las personas que han oído hablar o escuchado las melodías del trompetista Louis Armstrong. Este músico fue muy reconocido por ser un pionero en el género musical jazz y por sus aportes visionarios, que lo llevaron a convertirse en un ícono cultural del entretenimiento, tocando la mejor trompeta.
Sus logros fueron prominentes, pero más allá de esto, Armstrong también tuvo éxito en el mundo de la publicidad. Durante toda su vida fue un asiduo comprador de Swiss Kriss, un laxante que utilizaba con regularidad para mejorar su actividad intestinal y poder ir al baño todos los días.
La realidad era que el artista terminó haciendo publicidad gratis, por simple amor a un laxante en el que creía y que le servía para los fines que buscaba, porque este trompetista sentía cierta afición por ir al baño. Para él, esto era sinónimo de una buena salud y contribuía al buen funcionamiento del cuerpo, por lo que creía en los laxantes y les daba a las idas al baño una gran prioridad.
Organismo depurado, sistema digestivo sano
Para que su estabilidad física y emocional estuviera equilibrada, era necesario poder ir al baño, siendo esta una acción que calificaba de sagrada. Estas creencias no nacieron solas, pues cuando era pequeño, en Nueva Orleans, su madre le educó bajo esa misma premisa, enfatizando en que era necesario crear el hábito de depurar el organismo y el sistema digestivo, para obtener buenos beneficios para la salud. Dentro de sus peculiaridades, la comida era otro de sus delirios, algo por lo cual sucumbía.
Por su amor a la comida, los laxantes eran además un coadyuvante dietético, por lo que a pesar de que comía en grandes cantidades, podía perder muchos kilos cuando decidía seguir un régimen alimenticio para aparecer en una sesión fotográfica.
Por ello, a lo largo de su carrera se capturaron fotografías de Armstrong con diferentes pesos y contexturas, luciendo como una persona distinta entre una y otra sesión.
Todo esto llevó al trompetista a ingerir laxantes durante largos periodos de su vida, de forma diaria. Como usaba grandes cantidades y era una persona de renombre, hacía los pedidos directamente en los laboratorios suizos, de modo que la empresa le enviaba con regularidad las cajas de Swiss Kriss.
Este producto era muy popular entre la comunidad de usuarios y todavía se sigue fabricando. A pesar de que nunca hubo un contrato económico entre la marca y el trompetista, aún se puede preguntar por él en una farmacia, señalándole como el laxante favorito de Louis Armstrong, el mejor trompetista del mundo.
Laxante multifuncional
Esta alianza no económica no fue siempre así. Durante su juventud, Armstrong usó Pluto Water, que era un laxante de agua de manantial que contenía algunos extras minerales. Sin embargo, este producto resultaba poco conveniente para llevar durante los viajes. Por ello, cuando descubrió las cómodas pastillas naturales de origen suizo, se sintió atraído por sus componentes y efectividad, siendo recurrente a su uso, porque además le servían para controlar el peso.
De hecho, fue específicamente en el año 53 cuando comenzó el amor por este laxante, porque Gayelord Hauser, un dietista muy conocido de la época enaltecía este producto sueco. El trompetista lo probó y se interesó de forma casi inmediata. De hecho, le gustó tanto que fue entonces cuando se convirtió en el embajador honorario de la marca, teniendo este título desde principio de 1950. Dos años más tarde, el trompetista ya había logrado perder unos 50 kilos. Como es de suponerse, el logro de esta meta se le atribuyó al uso del laxante Swiss Kriss.
Los laxantes eran un tema recurrente en las conversaciones del trompetista, por lo que promocionaba públicamente los beneficios del producto basado en su experiencia propia. De todo aquello, el producto final fue un libro que Louis Armstrong escribió, nada relacionado con la música. De hecho, el título del texto era “Lose Weight, the Satchmo Way”, que al español se traduce como “Pierda peso a la manera de Satchmo”, uno de sus sobrenombres.
El trompetista se convirtió en una figura del mundo “fitness” de la época, pues daba entrevistas sobre el tema y logró que muchos siguieran su régimen. Incluso una de sus tarjetas promocionales fue una foto suya sentado en el inodoro, con la frase Swiss Kriss.
Swiss Kriss hasta en la sopa
Para Armstrong el tema de ir al baño, que podría ser un tabú para muchos, terminaba siendo un tema natural. Llegó a tal punto que no solo comentaba las virtudes del producto con sus allegados y fanáticos, sino que incluso en una ceremonia a la que fue invitado por la Familia Real Británica en Londres llevó una caja para que todos lo probaran.
Además, habló sobre el tema en una conferencia en la Universidad de Stanford. Como si esto fuera poco, también hizo mención a los laxantes y sus beneficios en una reunión con el presidente de los Estados Unidos Dwight Eisenhower.
Su afición al uso de laxantes y las idas al baño como un mecanismo para una mejor salud fueron parte directa de su carrera. Incluso sus tarjetas y autógrafos los firmaba con la frase “Satch says: Leave it all behind you”, algo así como déjalo atrás.
La muestra de ello la tiene un fan del famoso trompetista, que atesora un papel donde está la frase y que asegura que es del puño y letra de Armstrong. Durante mucho tiempo, este seguidor se preguntó el significado de estas palabras, por lo que pidió ayuda, con la finalidad de poder conocer el origen y colocar en venta el artículo. Para su sorpresa, la respuesta tenía que ver con el baño, haciendo referencia a una frase que caracterizó a Louis Armstrong, donde destacaba que cualquier ser humano merecía sentirse de una forma especial, gracias al logro de una buena limpieza del estómago.