Última actualización: 27.07.24

Desde hace algunos años hemos venido viendo cambios en las extensiones de los sitios. Ahora nos encontramos con páginas que terminan en “.top”, “.icu”, etc. ¿Qué es esto? ¿Influye de alguna manera en el posicionamiento? Estos son temas que, quienes tienen un sitio web, no deben ignorar. 

A los cambios que se vivieron con la llegada de los dispositivos móviles le siguió una relacionada con los nombres de los dominios. Esto puede confundir a algunos, pero para aquellos que buscan oportunidades, puede ser el impulso que necesitan para darle mayor presencia a su sitio.

 

Adaptabilidad y personalización a cada usuario



Las tendencias actuales en los dominios web siguen cumpliendo con los parámetros de ser palabras cortas que cualquier persona puede recordar. Contar para el proceso de registro con una empresa especializada siempre ayuda a conseguir los objetivos previstos. Sin embargo, la mayor tendencia de cambio hace referencia a la extensión de cada sitio. Los clásicos «.com» o «.es» han ido evolucionando hacia otros como «.xyz», «.top», «.shop» o «.icu» por citar algunos ejemplos. Cada uno de ellos complementa el término elegido para nombrar el sitio y aclara al usuario potencial qué va a encontrarse durante su acceso a la web en cuestión. Como se ha indicado, una empresa especializada es la más recomendable para contar con la extensión más recomendable para el objetivo previsto. Asimismo, esta extensión será la que se utilice en la dirección de correo electrónico, lo que aumentaría el compromiso con la marca y reforzaría la imagen comercial de la empresa o propuesta.

¿Es aconsejable cambiar un dominio ya existente?

 


Los expertos opinan que hay que ser como Frank Sinatra y mantenerse en el clasicismo, pero los tiempos evolucionan y esta alternativa no sería siempre la más adecuada. Siempre es posible programar una redirección del sitio web actual al de la nueva extensión. No en vano, los buscadores van a indexar cada página teniendo en cuenta el nicho de mercado al que se dedique. Por lo tanto, el cambio de extensión siempre es positivo para aclarar al máximo tanto el contenido como el propósito de la página en cuestión.

Ahora bien, hay que tener en cuenta que el cambio siempre favorece, pero con matices. En ocasiones, el cambio es tan extremo que provoca que los usuarios habituales no tengan claro a donde dirigirse o qué escribir exactamente. En estos casos, resulta recomendable anunciar el cambio que va a realizarse para que los clientes potenciales tengan claro cuándo se realizará y cómo funcionará el sitio.

Lo importante es tener en cuenta que las nuevas tendencias están siempre supeditadas a las exigencias de los buscadores. Son estas empresas las que van marcando el camino en lo referente tanto al nombre del dominio como de la extensión correspondiente. Solo así es posible convertir cada página en un reclamo perfecto para generar más ventas o el tráfico orgánico necesario que mejore el posicionamiento. Si se le suma a lo anterior la redacción de unos contenidos de interés y la correcta segmentación de la audiencia potencial de un sitio web, el éxito no tardará en llegar. Ahora, la revolución del diseño web conlleva dejar de pensar que un sitio web está terminado cuando se sube a la red. Es entonces cuando hay que comprobar si la elección del nombre del dominio y su extensión ha sido la correcta. En este caso, la correcta suma de los factores afecta muchísimo al producto final.

En conclusión, si tienes un sitio web y estás considerando algunas propuestas para mejorar su autoridad y posicionamiento, es importante analizar si el dominio que tienes actualmente se adapta a las necesidades de tu sitio. Quizá tienes una área de oportunidad en este segmento, que sumado a tus esfuerzos por ofrecer contenido de calidad y una buena experiencia para el usuario darán como resultado una web exitosa.